Presidente filipino: el imperialismo de Beijing en los mares puede dar inicio a un conflicto militar
Manila (AsiaNews/Agencias)- Los gobiernos internacionales deben estar preocupados por la política imperialista de Beijing sobre el Mar Chino meridional que, en un futuro próximo, podría dar inicio a un conflicto de naturaleza militar con graves consecuencias. Los dijo el presidente filipino Benigno Aquino en el denunciar los movimientos chinos, que intenta ocupar gran parte de los mares de la región Asia-Pacífico. En una entrevista a la Afp, el jefe de Estado laza la alerta a las otras naciones del área, que verían cambiadas las rutas comerciales y redimensionar mucho las zonas dedicadas a la pesca.
Las reivindicaciones de Beijing deberían “asustar al resto del mundo”, afirma el presidente filipino, que no excluye la “posibilidad” de una escalada militar de enfrentamiento por el control de los mares. Un hecho, agrega, que debería estar “en la cima” de las prioridades de los líderes mundiales. El proyecto de crear islas artificiales, en las cuales construir pistas de aterrizaje y puertos, es un ejemplo de los concreto de esta amenaza.
En los días pasados, AsiaNews, publicó un largo análisis de la Bush School of Governmedt Public Service, que revela las estrategias políticas y de propaganda utilizadas por China para justificar las propias reivindicaciones, muy a menudo escondiendo la realidad de los hechos. Al interior del informe hay también algunas imágenes satelitales, que demuestran como China esté reclamando tierras, que en realidad, son de pertenencia filipina.
Desde hace tiempo Vietnam y filipinas- que por primeros promovieron una denuncia internacional en el tribunal de la Onu, que no tiene valor vinculante- manifiestan una creciente preocupación por el “imperialismo” de Beijing sobre los mares meridional y oriental. El gobierno de Beijing reivindica una feta consistente de océano, que comprende la soberanía sobre las Spratly y las islas Paracel, islas disputadas también por Vietnam, Taiwan, Filipinas, Brunei y Malasia (casi el 85% de los territorios). Quien apoya las reivindicaciones de los países del Sudeste asiático también está EEUU, que en varias ocasiones juzgó “ilegal” e “irracional” la así llamada “lengua de buey” usada por Beijing para demarcar el territorio, hasta comprender casi el 80 % de los 3,5 millones de km.
La hegemonía reviste un carácter estratégico para la explotación del petróleo y del gas natural del fondo marino, en un área del Asia- Pacífico de elevado interés comercial.